Paredes.
Paredes marcadas.
Paredes llenas de marcas.
Paredes llenas de marcas y recuerdos. Los que desaparecerán cuando el resto de las cosas terminen de salir por la puerta, cuando ya no quede nada más que las paredes marcadas.
Ni siquiera quedarán ya los recuerdos.
Sólo las marcas.
Solo el polvo que perfila los recuerdos perdidos, los cuadros abandonados y los roces de una vida entera.
Eso es el final de la vida. Y no queda nada.
Sólo el polvo de los recuerdos olvidados, las marcas de las heridas mal curadas.
Nada.
Solo polvo y marcas.
Nada.
Y aquí estoy una vez más. Escribiendo entre las sombras sobre un lecho de hojas secas en una noche sin luna. Esperando que las palabras que surjan de esta oscuridad te iluminen. Bienvenido seas quien seas.
Paredes
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Solo polvo y marcas...
ResponderEliminarEntonces quizás el espíritu esté en el lugar de felicidad, vaya a saber!
Qué hermoso poema,
me gustó mucho.
Abrazos cálidos.
FELIZ NAVIDAD!!
ResponderEliminarUn abrazo lleno de felicidad para ti.